viernes, 19 de febrero de 2010
Funny Love
sábado, 13 de febrero de 2010
Symfonie-mania

Hola!
Ahora si que he estado muy desconectada, creo que el unico tiempito que me hago diariamente es para checar Ravelry.
Pues a pesar que no he tenido tiempo de tejer, no he dejado de empaparme de lo nuevo que hay en cuestion tejeril por la zona, como revistas, lanas, agujas y demás. He comprado la nueva revista de Debbie Bliss y debo decir que me he enamorado de 3 modelitos.
También debo contarles, que como mi costumbre anual, he decidido autoregalarme de cumpleaños algo relacionado al tejido. Este año no pedí libros, pues de los que llegaron el año pasado, tejí muy pocos modelos, a pesar que me gustaron varios. En esta ocasión me he surtido de mi set de agujas de doble punta de las Symfonie wood de 8 pulgadas o 20 cm. Recientemente las trajeron a las tiendas de Crochet. ¿Y por qué la prisa de adquirirlas? Porque sólo hay 2 o 3 juegos por tienda y aparte, desde que compré el set de agujas circulares intercambiables, me enamoré de las puntas afiladas, la madera, el color, lo bien pulidas que están..... Con decirles que las uso más que mi set de Addi y ya es mucho decir.
De mis nenes les cuento que Leo ya está durmiendo mejor. Definitivamente apoyo el colecho pues he dormido mejor. También leí el libro Bésame mucho y estoy más a gusto con esta decisión. Sé que en época de calor Leo querrá su espacio. El bebo va de lo mejor con el peso, aún con la lactancia materna exclusiva. Pesa ya 6 kg y mide 57 cm, es un bebote. Samy feliz con el hermano, pues lo trata como su nenuco.
Me despido agradeciendo su amistad y deseándoles un feliz 14 de febrero. Besos!
miércoles, 20 de enero de 2010
Sigo Offline, más no perdida
domingo, 3 de enero de 2010
Empezando el año
Estoy aprovechando un espacio de quietud que me ha brindado Leo para visitar a quienes se pueda y para hacer un post..... el primero del año.
La verdad ¿qué puedo decir? más que estoy súper a gusto con el balance que me ha dejado este 2009. Inicié este 2010 dando gracias a Dios por las bendiciones que me ha brindado: amor, familia, amigos, salud, mis hijos.
Sinceramente, no creo poder tener este espacio actualizado, pues el hermoso Leo consume muchísimo de mi tiempo.... la verdad no me acordaba cuán demandante es tener un bebito pequeño. Aún nos estamos acoplando a horarios, rutinas y demás.... Aparte resulta que este bebé salió muy diferente a mi Samy y requiere aún más atención que la que mi hija pidió.
Pero a pesar de estar cansada, casi agotada pero inmensamente feliz, resulta que hoy empiezo a ver una de esas tantas alegrías y momentos únicos, como lo es la primer sonrisa social (no por reflejo) de mi bebé.... Así que mi día y el año pintan de entrada, magnífico.
Gracias por todo su apoyo y comentarios. Lamento no poder dejar mi huella o mensajes en sus casitas bloggeras. ¡Un gran abrazo y que este 2010 esté lleno de bendiciones!
viernes, 18 de diciembre de 2009
Mi Parto Vaginal Después de una Cesárea (PVDC)
Para aquellos que no conocen bien la historia y con fines de aprovechar estas líneas para escribir mi carta de parto a Gaby (mi doula, matrona o partera) les cuento la historia de cómo vino Leonardo a este mundo en forma reducida (compréndanme, lo más reducida que yo puedo).
Todo comenzó hace casi 5 años, buscando concebir a nuestro segundo hijo. Estuve en tratamiento para poder tener un bebé, pasamos por muchas pruebas e intentos de embarazo fallidos. Tratamientos, medicamentos, terapias alternativas. Finalmente, en 2008 diagnosticaron a mi marido con varicocele y él decidió operarse. Fue nuestra última esperanza de tener un bebé. A principios del 2009 le hicieron a él otros estudios y esa última esperanza de ser padres de nuevo era casi nula. La única opción que nos dejaban era la reproducción asistida. El hubby y yo ya no tuvimos ganas de pasar por ahí.
A mediados de abril tuve un retraso, me hice la prueba y para mi incredulidad dio un dudoso positivo de embarazo. No pude creer que estaba embarazada hasta que vi en un ultrasonido el saco gestacional. Desde ahí empezamos por un embarazo lleno de cuidados excesivos, sustos y baches. A las 8 semanas de embarazo tuve un fuerte cólico acompañado de una secreción café que resultó ser un pequeño desprendimiento de placenta, aunado al hecho que el médico no escuchaba el ritmo cardiaco del bebé. El doctor ya me estaba anticipando un legrado en caso de no encontrarlo. Fui a urgencias y encontraron a mi bebé bien y con un fuerte latido, se me llenaron los ojos de lágrimas.
A partir de ese hecho, mi embarazo estuvo lleno de estudios, reposo, cuidados excesivos. Gracias a una actitud positiva, las amistades, familiares y demás no caí en una actitud de alarma, pensaba que si este embarazo se había logrado era gracias a Dios y que él me iba a acompañar en todo el proceso. Estuve en lo cierto.
El médico que me había estado viendo era un doctor pro-cesárea. A pesar que yo ya había tenido una cesárea previa con mi primogénita, yo no quería pasar por lo mismo, a no ser que fuera absolutamente necesario. Desde un principio le indiqué que si él no me iba a dar la opción de un parto, yo iba a ir a ver otra opinión. Siempre me daba noticias e indicaciones de alarma, después se sorprendía que mi presión arterial estuviera normal. Aún así, él en expediente ya estaba justificando una cesárea, pues me tenía como paciente con riesgo de preeclampsia. Dejé de ir con ese doctor en el sexto mes de embarazo, pues en un estudio apareció que tengo litiasis vesicular y la recomendación del médico fue operarme en ese momento. Obviamente dije que no, pues ni síntomas ni malestar tenía.
Posteriormente, fui a dar con un médico que me habían recomendado. La verdad me dio confianza, me dijo que iba a respetar mi deseo de parto, que me iba a hacer un ultrasonido y pelvimetría para ver si yo era candidata a un parto vaginal, etc. La confianza terminó cuando en un ultrasonido apareció que mi bebé traía una circular de cordón. El médico dijo que si el bebé no la resolvía, iba a terminar en cesárea. Una amiga que es enfermera en un hospital público, me comentó que la circular de cordón es un caso común en los partos, que no era para cesárea.
Participé en muchos foros y grupos de embarazos y en especial uno para partos después de cesárea. También, Gaby Zebadúa (para ese entonces no era mi doula) opinó lo mismo y en una consulta en un foro, le comenté mi situación y me comentó que ese médico también me iba a hacer una cesárea, pues la única forma de saber si un bebé pasa por el canal de parto, es el parto mismo. Ese estudio no era concluyente. Con esa indicación y con el comentario de otra amiga, que una de sus conocidas apenas había tenido un parto en agua, decidimos ver la opinión de otro doctor.
Por un momento me sentí devastada. Con muchas amigas y conocidas me di cuenta que los ginecólogos en la práctica privada tienden a realizar indiscriminadamente cesáreas. También sentí que no iba a encontrar un médico de mi confianza para lograr un parto. Gaby Zebadúa y en en un par de foros que participo me referenciaron al Dr. Christian Mera y al equipo de Mi parto en Agua. Cuando llegué con él sentí mucho alivio, expresado en llanto incluso. Así que con la indicación de Gaby y una vez que el doctor me dio luz verde para intentar un parto en agua, exploramos y decidimos esa opción.
El doctor Mera no vio ningún impedimento para lograr un parto, ni siquiera con mis antecedentes: sobrepeso, cesárea previa, circular de cordón, diabetes gestacional recién diagnosticada, supuesta preeclampsia ni mi anemia. Ninguna de estas condiciones me impediría tener un parto, ahora con el plus, que mi parto sería en agua. Mi diabetes gestacional y anemia fueron controladas con una estricta dieta, incluso antes de llegar con el Dr. Mera, afortunadamente no hubo necesidad de usar insulina. Lo único que utilicé como ayuda fue la homeopatía.
Desde ahí me sentí más tranquila,a pesar de haber tenido de nueva cuenta un reposo relativo en la semana 34 de embarazo, por un evento de contracciones frecuentes. Inicié el curso de preparación para el parto con Gaby, fue un curso realmente intensivo y me sentí muy a gusto y tranquila en las clases. Eso sí, iba con mi "equipo" de apoyo: Mi hija, hermana y esposo. Ahora que lo veo en retrospectiva, fue esencial para mi parto el haber tomado el curso, pues en todo momento me sentí tranquila y preparada.
Me hicieron un ultrasonido y en la semana 38, decidimos hacerle una invitación a mi bebé, a ver si decidía conocernos ese día, con un sauna, pues Gaby se iba de vacaciones y nosotros deseábamos dar a luz con ella. El bebé no quiso aceptar la invitación. También vimos en ese ultrasonido que Leonardo no había resuelto la circular de cordón en cuello. Por una parte no nos sorprendió, pero tampoco nos sentimos alarmados. Si hubiéramos estado con el médico anterior, seguramente Leo hubiera nacido por cesárea en esa semana.
Finalmente llegó el día del parto. Gaby había quedado en revisarme el lunes 7 para ver cómo iba. La noche anterior no pude dormir muy bien debido a que sentía un poco de malestar estomacal, yo pensé que había sido la cena, ahora me doy cuenta que había iniciado ya un poco el proceso de parto. Expulsé el tapón mucoso esa mañana.
Fui a la revisión y Gaby vio que iba adelantada. Me comentó que mi bebé probablemente iba a nacer en la madrugada del día siguiente. Me preguntó si quería un sauna de nuevo, lo acepté.
Mi hermana y yo salimos del sauna y emprendimos regreso a casa. Le pedí que me llevara a una tienda para hacer algunas compras navideñas. Llegamos a casa por eso de las 2 de la tarde. Yo había sentido ya algunas contracciones, pero no tan fuertes ni tan frecuentes.
Llegó mi niña de la escuela y poco después, unos minutos antes de las 3pm se me rompió la fuente. Seguí teniendo contracciones y cada vez que las tenía, hice mis ejercicios. Una media hora después que se me rompió la fuente me metí a bañar. Disfruté el baño, hablé con mi bebé, le pedí que bajara bien, que se preparara para conocernos, que estaba emocionada de que ya pronto iba a estar conmigo. Salí de bañarme, seguí con mis "elefantes" (ejercicios) y en 2 de ellos sentí claramente cómo crujió mi cadera y bajó el bebé. Después de estos 2 crujidos comencé bien con el trabajo de parto con contracciones cada 2 o 3 minutos y con duración de 40 segundos. Hablé con Gaby y le comenté cómo iba. Después ella me llamó como a las 5 pm para revisarme y checar el bebé.
Apenas pude comer, esperé a que llegara mi esposo. A eso de las seis de la tarde, mi hija, esposo, hermana y yo emprendimos el camino para ver a Gaby. Llegamos con ella alrededor de las 7pm. Durante el camino tuve contracciones intensas y muy frecuentes, pocas veces me duró la contracción un minuto y las tenía muy seguidas. Me sentía algo nerviosa por el tráfico y porque percibía que todo iba muy rápido. Desde que empecé a sentir la intensidad de las contracciones, respiraba y no me resistía al dolor, me dejaba ir, fluir con él. Creo que eso me ayudó bastante.
Cuando Gaby me revisó, pronosticó que el bebé nacería ahora a media noche, tal vez a las 11 si me relajaba bien. No tengo idea de cuánto llevaba ya de dilatación y borramiento de cuello. Gracias al yoga logré enfocarme en el momento. Nos recomendó que tomara otro baño y fuimos al hotel de enfrente del hospital a tomarlo. Entré en la regadera, cuando tenía las contracciones hice mis ejercicios y al salir tuvimos una sorpresa. Mi marido me preguntaba ¿Tienes ganas de pujar? Yo le contestaba que no, llegó una contracción, me agaché para ayudar al bebé a acomodarse y sentí ganas de hacerlo. Llamamos nuevamente a Gaby y a la tercer ocasión de ganas de pujo, ella estaba de nuevo revisándome. Eran antes de las 8pm y ya nos había dicho que nos íbamos a la tina del hospital.
En el camino me concentré con mis ejercicios para no pujar, la tina ya estaba llena, el equipo medio listo. En cuanto me metí a la tina, la sensación fue increíble. Yo ya no sentía dolor, tampoco las contracciones, sólo tenía ganas de pujar. Esperé a que llegara mi marido a la tina, pues se quedó estacionando el auto. En algunos intentos de pujo llegaron el ginecólogo, camarógrafa. El pediatra ya no alcanzó a llegar, más que para revisar posteriormente al bebo. Me sentí desconcertada pues no sentía siquiera que mi bebé ya había coronado, incluso cuando ya lo vi en un espejo en la tina. Definitivamente el agua caliente tuvo un efecto muy analgésico para mí.
Comencé a pujar cuando tenía la contracción, pero sentía que no tenía un fuerte pujo, pues el bebé se regresaba, así fueron varias veces, ya para las últimos pujos y como no sentía las contracciones, le pedí tanto a mi marido como a Christian que me avisaran cuando se me pusiera la panza dura. Mi hermana y mi hija, bueno, todo mundo me decía que pujara, me animaba. Finalmente decidí pujar con todo, incluso con la cara, finalmente apareció el bebo, con una circular de cordón doble, la resolvió el Dr. Mi hermana cortó el cordón. Me puse más que feliz de ver a Leo llegar este mundo, rodeado de tantas personas que lo quieren. Todo el equipo estaba al pendiente del bebo y de mi, tuve un pequeño desgarre, también por el esfuerzo del pujo, me salieron manchas en la cara. La sangre fue algo escandalosa y salimos de la tina, también para que checaran bien a Leo.
Me tuvieron que poner algunos puntos pero en general puedo decir que la experiencia fue maravillosa, que me siento feliz después de tanto trabajo, de haber logrado con éxito vivir un parto, que a fin de cuentas fue en agua y que lo recomiendo ampliamente.
El camino fue largo y dificil, pero en verdad satisfactorio. Leo nació bien y perfecto y no hubo necesidad de llevarlo al cunero. Nació el 7 de diciembre a las 8:45, con un peso de 3480 kg y una talla de 51 cm. La diabetes gestacional no tuvo estragos en él. Esta conmigo desde ese momento, nuevamente, gracias a Dios.
Es maravilloso cómo trabaja el cuerpo cuando todo fluye naturalmente, sin medicación. Aún hasta a las 4 de la mañana después que nació me sentía verdaderamente eufórica, más que feliz. Incluso con los puntos. La euforia perdura aún. No he tenido en esta ocasión depresión postparto.
Creo que Dios también sabe el por qué de las cosas y pienso que afortunadamente como familia fuimos a parar con el equipo de Mi parto en agua. ¡Gracias por todo Gaby!
Aquí una fotito que les comparto, no pienso poner muchas así que aprovéchenla.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Para Leonardo
Leo ya nació bien el día 7 de diciembre a las 8:47 pm. Todo salió bien, les muestro un mensaje que le escribí antes de su llegada. Cuando me de más tiempo, les platico la experiencia.
Hoy es un día muy especial, nos tienes a todos felices y ansiosos por verte. Finalmente después de tantos años de imaginarte, tendremos el orgullo de conocerte. Tu papá, Samantha y yo te pedimos por mucho tiempo, creímos que nunca llegarías a nuestras vidas y justo cuando desistimos de la idea y dejamos colgados en el perchero los esfuerzos, apareciste en ellas. Aunque tu padre se declare ateo, yo sólo pienso que ese milagro tuvo inspiración divina. ¡Gracias Señor!
El camino, definitivamente no ha sido ni corto ni mucho menos fácil. Quiero decirte que todo ese esfuerzo que hicimos como padres y como familia para que estés con nosotros, representa en forma ínfima todo lo que estamos dispuestos a hacer por ti, por Samy, por nosotros.
Debo confesar que fui incrédula, cuando la prueba de embarazo dio positivo, no te imaginé. Sólo hasta que vi en un ultrasonido tu silueta lo comencé a vislumbrar. ¡Iba a tener la bendición de tenerte en mi cuerpo 9 meses y ser tu mamá!
Como te dije, el camino no fue fácil y varios obstáculos se interpusieron, no sólo para concebirte, sino en tu gestación. Reposos, estudios, cuidados, dieta. Contigo me propuse la meta de traerte a este mundo de forma natural, cosa que no ocurrió con tu hermana. De hecho con ella sentí que me robaron un momento especial. Contigo no estuve dispuesta a que ocurriera de nuevo. ¡Me hace tan feliz saber que estaremos en familia esperándote!
Así que contra viento y marea luché y convencí a los demás para que llegues al mundo a través de un parto. No sólo un parto, sino uno respetado que mostrara todo el amor con el que te deseamos. Amor que queremos que rodee tu vida desde el momento que estés en este planeta y que te acompañe siempre. Inconvenientes por parte de los médicos no faltaron para impedirme un parto: cesárea previa, riesgo de preclampsia, circular de cordón, diabetes gestacional. Tampoco faltaron los comentarios aunque bien intencionados, de amigos y familiares de aceptar esas recomendaciones médicas. Más de una vez pensé en que no iba a conseguirlo o que definitivamente estaba yendo en contra de la corriente.
Por suerte, hubo siempre alguien que me apoyó: amigos, mi hermana, mi mamá, tu papá y Samy. Por mi parte te afirmo que no sólo ellos, sino que hay mucha gente apoyándote y apoyándome en ese momento especial en nuestras vidas. También te digo que no voy darme por vencida en el intento, así que sólo te pido que tengas el mismo coraje y decisión que hemos tenido nosotros, tu familia, para llegar a este mundo y vivir toda tu vida con felicidad.
¡Te conoceremos muy pronto, desde ya te amamos!
miércoles, 25 de noviembre de 2009
La de Noviembre
Por cierto, ya tengo un Donaji's handpainted yarn, llevó otro y Andy y yo luego luego le echamos mano, nos gustaron mucho, ya ando viendo qué chal hacerme con él. ¿A poco no está lindo? De hecho creo que lo vi y dije mío..... jejeje. Luego luego lo devané para evitar la flojera posterior de hacerlo después.
martes, 17 de noviembre de 2009
Mi innecesárea
Pues la verdad no tengo mucho que contarles, salvo que sigo en friega yendo al curso psicoprofiláctico. Estoy aprendiendo mucho mi panza ya está enorme y sigo esperando con ansia e ilusión a que llegue el momento.
Como mi cuerpo ha seguido cambiando, me han revisado y resulta ser que ya llevo algo de camino recorrido, semana 36 y 1 cm de dilatación.
Tuve una clase especial de prácticas hospitalarias comunes, cuando se trata de un parto, muchas de ellas tendientes a una cesárea. Cuando Gaby (la instructora) pidió lluvia de ideas, obviamente yo tenía muchas qué aportar: Cesárea Previa, Circular de Cordón, Preeclamsia, Diabetes Gestacional, Desprendimiento de Placenta. Resulta ser que todas esas determinantes, en manos capacitadas y adecuadas, aparte de un control dietético en el caso de la Diabetes y preeclampsia, no son argumentos para terminar en el quirófano.
Al analizar un poquito más las condiciones y razones que me dieron para la cesárea, resultó ser que terminé en Innecesárea. Se manipuló todo para que yo aceptara ir al quirófano, nada tonto el médico, pues ya sabía que yo estaba firme en tener un parto. A pesar que el ginecólogo era amiguísimo del hubby, tuvo toda la intención de meterme bisturí. Yo ya lo sospechaba, ahora se confirmó. Esas sensaciones son de coraje y tristeza a la vez. Obviamente, como toda madre, doy gracias a Dios que mi Samy nació bien y que la tengo en mis brazos, pero definitivamente pude haber disfrutado ese momento y me fue quitado de las manos. Me da coraje pensar que como fue "urgente", quien asistió al médico era su esposa (médico también) y mientras me abría y demás le estaba dando clases a su sra. En fin, ya pasó, ya lo superé y creo firmemente que esta oportunidad que tengo ahora con Leo, me ayudará a cicatrizar mejor esa experiencia.
También corroboré que el médico que me atendía en un principio en este embarazo, al darme registrarme como paciente con preeclampsia, estaba justificando en mi historial la cesárea. Es lamentable esa falta de ética. Aparte del alto grado de cesáreas en el país, resulta ser que cuando tienes la "suerte" de tener un parto tradicional en un hospital, se recurre a prácticas hospitalarias en las que no se respetan tus derechos, entre ellos:
- Que te impongan la posición en la que deseas dar a luz
- Falta de Privacidad
- Que no te acompañe tu pareja , amigo o familiar de confianza
- Abuso del empleo de la tecnología
- El uso indiscriminado y rutinario de la episiotomía
- Que no te hablen por tu nombre
- Inducir el parto (no se debe hacer en más de un 10% de los casos), muchas inducciones terminan en cesárea.
- Rasurado
- Lavado intestinal
- Que no te dejen comer ni tomar líquidos
- Llevarse inmediatamente al bebé, aunque esté sano
Debo confesarles que todas estas rutinas yo pensé que eran normales y justificadas, hasta que vi los derechos que tenemos según la OMS al momento del parto. También en el blog me refirieron a El Parto es Nuestro, gracias.
Sé que este blog es de tejido, pero si de alguna manera invita a alguien a reflexionar sobre el tema, creo que será útil este post.
Acá les dejo 2 videos. Díganme qué opinan. Que el resto de la semana les sea lindo y productivo!
Por tu bienmiércoles, 11 de noviembre de 2009
Seguimos contando los días! Christmas Mitts Marathon 7
He seguido tejiendo, ahora salió otro par de mitts en color palo de rosa, para mi mamá. Los últimos que hice para mí le gustaron mucho y ya casi casi se los apropiaba, le dije que con gusto le hacía otros, pues ésos eran para hacer juego con mi Argosy. Voy a hacerle un cowl para completar el jueguito. El estambre es Cusqueñita de Rebecca Pick.
Por ahí me han dejado 2 preguntitas en el cbox. En México y en el DF creo que la opción más económica y confiable de lana para afieltrar es Dolly y Dolly Sport de Tamm. La venden en cualquier tienda de Tamm. Hay muchas por toda la ciudad. La otra pregunta es en cuanto al modelo más fácil para mitts. Bueno, pues el más fácil ha sido el matizado, los Mitts número 3. Mitts numero 3.html Ahí dejo el enlace.
Pues a pesar que Mr. Murphy había decretado que me iba a costar mucho trabajo llegar al psicoprofiláctico, lo cierto es que ya llevo 3 clases más sin mucho contratiempo, por suerte.
He aprendido mucho, ahora ya sé cuando debo freakearme y cuando no en este embarazo. Mi cuerpo sigue cambiando, la panza sigue creciendo, los nervios de la espera, también. Desde el sábado noté unos cambios en mi cuerpo, le comenté a la instructora del curso, me revisó el lunes y la duda se aclaró: Leo ya está súper bien encajado en la pelvis.
Mi lindo hubby ha estado participando conmigo en esta experiencia, le agradezco que ahora esté conmigo disfrutandola. Fue algo que no pudimos hacer con Samy por ignorancia, falta de tiempo y creo que sobretodo, dinero. De hecho estoy casi segura que Leo nota que su papá está y va a estar más integrado en el momento del parto, pues ya van un par de noches donde le responde de lo lindo con sus patadas. El curso está hecho para que los padres sean una parte importante y también activa en el parto, otro protagonista. Me gusta mucho ese hecho, pues tradicionalmente se plantea el parto como algo exclusivo de la mujer.
Es muy interesante recibir información respecto al parto, tanto de prácticas de antaño, como las más recientes. Me siento muy a gusto saber que voy a tener un parto, como lo tuvieron mi mamá y mi abuela, pero con gente más capacitada al lado. Con el plus que en mi caso, será en agua.
Por cierto, creo que nunca les he comentado que yo tuve la bendición de haber nacido en casa. En ese entonces a mi mamá ya le habían programado una cesárea porque yo venía muy grande. Ella decidió parir en casa con la asistencia de una partera japonesa. Todo salió bien y heme aquí.
Por lo mismo, creo que ha sido mucho mi empeño en lograr un parto vaginal después de una cesárea en esta ocasión. Sé que va a doler, sé que serán varias horas, pero es algo que no quiero dejar de experimentar. Sé que esa sensación de "lo logré" será inmensa. Mi querida sys me ha apoyado mucho en estos días, pues se ha convertido en mi chofer oficial y backup en caso que mi marido no logre llegar a tiempo el día del parto.
Samy cada vez más ansiosa, pues ya desea conocer a su hermanito. Espero que cuando llegue, no se desilusione mucho por el hecho que los bebés no son tan interactivos, jejeje. Ella me ha expresado su preocupación porque me pase algo. Yo la tranquilizo y le digo que no tiene nada de qué temer, que todo saldrá bien. En efecto lo creo, estoy muy tranquila y relajada. Después de tanto andar para que Leo llegue a nuestras vidas, creo que el esfuerzo que falta es mínimo.